Un
proyecto de Socialismo y Revolución, para nada difícil de posicionar, pero con
una figura que dio su vida en la materialización de este proyecto. En la
formación de hombres y mujeres leales, de convicción y seguros de su firmeza
sobre todo en la adversidad.
Se ganaron
muchas batallas. También, se perdió bajo ese liderazgo bolivariano. Sin
embargo, la derrota de este irreversible 6D acarrea una profunda reflexión. NO
todos somos CHÁVEZ, o se cierran filas definitivamente o dejamos que la
HISTORIA, nos repita una y otra vez que la TRAICIÓN, envuelve y domina incluso
al “mejor aliado”.
Aún,
hay COMPATRIOTAS que saben que el futuro se logra a través de la lucha. Gente
que se le erizó la piel al ver una familia recibir una casa digna. Gente que
lloró de alegría, aplaudió y seguirá aplaudiendo aquellos logros en beneficio
de un colectivo y no personal.
Aún
quedan militantes a la orden de este Socialismo, de esta Revolución.
Bolívar,
en una de sus batallas en Perú, se halló mal de salud, parecía que la vida lo
traicionaría tal y como ya lo había sido por sus mismos “compatriotas” en otros
eventos.
Su
amigo… Don Joaquín Mosquera, al verlo solo sin fuerza aparente y derrotado, le
preguntó:
-¿Y
qué piensa usted hacer, ahora General?
A lo
que el Gran Bolívar, contestó:
¡TRIUNFAR!
Y de
inmediato vislumbró y describió su plan.
Y
con su coraje y aún siendo minoría
TRIUNFÓ